jueves, 5 de abril de 2012
Eres imposible de encontrar.
No puedo evitar quitarte la razón cuando los dos sabemos que la tienes, y
aún así seguir llevándote la contraria, hasta hacerte rabiar; decirte
lo guapo que estás cuando te enfadas y reírnos luego juntos. Hacerme de
rogar para que me supliques un poquito que te cuente las cosas. Esperar
ansiosa para quedar por las tardes, y me preguntes qué estoy haciendo.
Saber que no duermes igual sino estoy yo a tu lado. Levantarme por la
mañana, y pensar en ti como primera cosa del día. Sonreír al oír de tu
voz un "Me encantas." y pensar por dentro como yo también siento
exactamente lo mismo o, como digo yo siempre, incluso más. Escuchar día
tras día payasadas de esas que sólo tú dices, de las que solo me río yo y
a las que aún no me he acostumbrado, pero no puedo negarlo, me
encantan. Echarte muchísimo de menos si no te veo o aunque te haya
visto. Querer siempre un poco más de ti porque nunca tengo suficiente,
todo el tiempo del mundo me parece poco para estar contigo. Preguntarte
cosas que ya sé solo por que me las vuelvas a contar y volver a escuchar
tu voz, que me vuelve loca. Molestarte cuando quieres volver a dormirte
o estar tranquilo, y que luego me molestes tú a mí como venganza.
Correr sonriendo a darte un beso cada vez que quedamos. Me encanta
abrazarte y ponerme colorada cuando me miras fijamente mientras me dices
lo muchísimo que me quieres, es esa, es esa la sensación que sólo tú
consigues. No puedo evitar necesitarte a cada segundo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario